jueves, 17 de diciembre de 2009

ESCRITO TEÓRICO-CRÍTICO "A"



Manhattanismo a la Castellana




El cuerpo de mi investigación se centra principalmente en el edificio de “La Unión y el Fénix” situado en el emblemático Paseo de la Castellana, 33 de Madrid.


Arquitecto


Obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto (nació en Madrid en 1890 y falleció en 1977) representa un papel fundamental en la arquitectura española del siglo XX, ya que supo interpretar las aspiraciones y las necesidades de la sociedad española, y abarcó casi todas las tipologías posibles en todo el territorio nacional aunque practicó un estilo particular, no se vinculó a ninguna corriente de vanguardia y experimentó las novedades técnicas y el empleo de nuevos materiales.

Se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y un año después de acabar la carrera, trabajó con el Arquitecto Modesto López Castro, el autor de uno de los edificios más característicos de la compañía de seguros en Madrid, el edificio Virgen de los Peligros (Construido en 1928, 12 pisos y 55 metros de altura, muy al estilo de los rascacielos Art-Decó de Nueva York), de la que habría recibido fuertes influencias.

Sin embargo fue en la vivienda colectiva lo que caracterizo su labor profesional. Su extensa obra se puede clasificar en 3 etapas:

Fue uno de los principales representantes de la Arquitectura Racionalista del s.XX en España, donde formaba parte de un grupo de Arquitectos integrantes del Movimiento Moderno, (también conocidos como los de la Generación del ´25), quiso llevar la razón a la forma de los edificios, al uso del espacio en la ciudad y a la manera de construir. Gutiérrez Soto se abrazó a esa estética. Pero durante el franquismo no tuvo empacho en tacharla de "apátrida". Empleó su talento en tratar de recuperar la imagen imperial con una arquitectura "española, moderna basada en la tradición", un término que parecía tan contradictorio como el de "los sindicatos verticales" en los que el régimen quería unir a patronos y empleados. Gutiérrez Soto levantó entonces edificios como la plaza de la Moncloa. Sin embargo, en un tercer renacer, y tras comprobar en un congreso internacional lo anticuado de su propuesta, desempolvó los ideales racionalistas para terminar sus días con obras como el edificio de La Unión y El Fénix en el paseo de la Castellana.


Viajes al extranjero


A lo largo de su carrera profesional viajó mucho al extranjero, y eso le ayudó a evolucionar desde una Arquitectura Tradicional, hacia los nuevos postulados Racionalistas y Funcionalistas propios de la Arquitectura Moderna y el GATEPAC. (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), grupo al que siguió de cerca sin llegar a vincularse.

Le llevaron a conocer las primeras obras de Le Corbusier y de otros arquitectos de vanguardia que le causaron gran influencia a lo largo de su carrera profesional. (Otto Wagner, J. Hoffman,...)


A raíz de estos viajes, muchos de ellos a Nueva York, Luis Gutiérrez Soto, recibe fuertes influencias de su Arquitectura, lo que supone el edificio de "La Unión y el Fénix" del P. Castellana, una pequeña adaptación, a pequeña escala, del rascacielos Neoyorquino, mas concretamente el del "Rockefeller Center" situado en Manhattan y está formado por 19 edificios conectados entre sí subterráneamente por túneles. El primer edificio en construirse fue el RCA Building diseñado por Raymond Hood. Con 256 metros de altura y 70 plantas, es el más alto del complejo y sirvió como base arquitectónica para el diseño del resto de los edificios.


Concurso


Al poco de cumplirse el centenario de la creación de “La Unión y el Fénix Español” la entidad decidió adaptarse a los nuevos tiempos dotándose de una nueva sede social.

Luis Gutiérrez Soto ganó en 1964 el concurso convocado por la entidad aseguradora entre cinco arquitectos, que dio lugar a un polémico y tortuoso concurso que obligó al arquitecto a modificar sus propuestas sobre la marcha pero que dieron como resultado un edificio digno, en el que sobresalen los materiales de calidad y que en parte debía ser todo él un pedestal para la escultura simbólica de la entidad supone una adaptación a pequeña escala del rascacielos neoyorquino con su estructura de crujías superpuestas en forma telescópica.

En 1965 se realizó el Proyecto y entre 1966 y 1971 se produjo la fase de Construcción, y ya por último y se trasladaron a ella las oficinas en 1972.


Influencias Manhatanianas


A finales de los años 1920, la influencia del Art Déco se hace sentir en la arquitectura americana, mezclándose con las exigencias urbanísticas locales y las fuentes de inspiración. El partido tomado de la simplificación geométrica, de la estilización y del empleo de materiales lujosos está perfectamente ilustrado en los rascacielos de Nueva York.

A pesar de la crisis de Wall Street en 1929, los rascacielos se elevan sobre el suelo, a veces a una velocidad impresionante. El Rockefeller Center, enorme complejo situado en el corazón de Manhatan, ideado originalmente por B.W. Morris, se hizo realidad de la mano del propio John D. Rockefeller y el arquitecto Raymond Hood, quienes optaron por aprovechar al máximo económicamente el espacio., marca la idea ambiciosa de construir una "ciudad en la ciudad en una época más bien sombría aprovechando de la mejor manera los espacios, la luz y las instalaciones de transporte.

Está considerado como una de las maravillas arquitectónicas de Nueva York, un hito dentro de los límites del diseño urbanístico. Aunque se halla situado en una de las zonas más transitadas de la ciudad, este complejo, da la sensación de tener toda la belleza y gentileza de los edificios clásicos europeos, gracias a la maestría utilizada en los espacios abiertos. La plaza central es el punto focal de todo este complejo.

En el libro de Delirio de Nueva York de Rem Colas, se estudia uno de sus principales problemas

“En el corazón del Rockefeller Center --- la primera etapa de ese Manhattan final y definitivo --- hay una doble paradoja que solo el manhattanismo podía solventar: El conjunto debe combinar el máximo de luz y de espacio, y toda la planificación […] debería basarse en un centro comercial tan hermoso como sea posible, compatible con los altos ingresos que debería generarse”

Para conseguir esta doble paradoja, uno de los autores más influyentes en la operación proyectual del complejo del Rockefeller tenía una teoría, la cual, consistía en obviar la inflexible extrusión de parcelas individuales y actuar agrupando solares mas grandes en nuevas operaciones edificatorias, por lo que se dejarán los espacios perimetrales sin construir pudiendo de esta manera captar luz, directa o indirecta desde el exterior y por tanto mayor superficie de oficinas.

“El rechazo de los proyectos personales a favor del diagrama establecido en el bombardeo de ideas del comité --- el desplome del filisteísmo hacia la creatividad ---, parece hacerlo, por una vez, sin falsedad alguna. “Lejos de ser una desventaja, estoy convencido de que esta disciplina de verse obligado a hacer un proyecto se sostenga por sus propios medios desde el punto de vista financiero, y de someter los detalles y los materiales a un continuo análisis crítico, conduce a la honradez y a la integridad del proyecto. Con este estímulo, no se da importancia alguna a las telarañas del capricho, el gusto, la moda y la vanidad, y el arquitecto se encuentra cara a cara con los aspectos esenciales y los elementos que constituyen la verdadera arquitectura y la verdadera belleza”.

Trabajando en equipo ya que formaron los Associated Architects (Reinhard y Hofmeister; Corbet, Harrison y McMurray; y Hood, Godley y Fouilhoux) se eliminaban los prejuicios de cada uno centrándose en la realización de un proyecto del que sabían que habría un después muy relevante en sus vidas y que tenía que responder a las necesidades de los clientes, siendo principalmente Funcional.

“El Rockefeller Center es la manifestación mas madura de esa teoría tácita del manhattanismo que consiste en la existencia simultánea, en un único emplazamiento, de programas distintos conectados de los ascensores, los núcleos de servicios, los pilares y la envoltura externa”.

Como rascacielos que pretende ser y claramente lo consigue, predominan los movimientos verticales sobre los horizontales siendo los núcleos de instalaciones y comunicaciones las conexiones internas entre las diferentes plantas las cuales comprenden programas completamente dispares las unas de las otras.

Respecto a los materiales utilizados, en el mismo libro habla de otros proyectos dirigidos por Raymond Hood, en concreto el edificio de la firma American Radiator.

“Hood decide construir el edificio con ladrillo negro, de modo que los agujeros --- un embarazoso recordatorio de la otra realidad que hay dentro --- puedan quedar absorbidos dentro del fuste y resultar así imperceptibles.

El remate del edificio negro es dorado. La excusa práctica de Hood para hacer así este remate corta enérgicamente todas las conexiones entre el oro y cualquier posible asociación con el éxtasis. La incorporación de anuncios o elementos publicitarios en un edificio es con frecuencia una cuestión que hay que considerar. Tales añadidos estimulan el interés y la admiración del público, se aceptan como una genuina contribución a la arquitectura, incrementan el valor de la propiedad y resultan rentables para el dueño, al igual que otras formas de publicidad legítima. ”

De esta manera Hood, se deshace de la aburrida repetición de los huecos negros de ventanas de un rascacielos y los confunde con el mismo color de fachada.


La Unión y el Fénix


Del interés de Luis Gutiérrez Soto en utilizar el Racionalismo como herramienta para proponer topologías nace este edificio, uno de los proyectos más interesantes de la arquitectura corporativa madrileña.

Compartiendo las ideas y la voluntad renovadora de sus compañeros de la Generación del ´25, el autor creía en la necesidad de adecuar la arquitectura en las condiciones impuestas por el entorno económico, social y cultural.

Esta construcción es posterior, a los ya mencionados viajes por América, tan decisivo para la recuperación de elementos modernos en la obra del arquitecto, aunque surgieron algunos imprevistos, ya que según Gutiérrez Soto; "la propiedad se equivocó al plantear la división del extraordinario solar que había comprado en dos partes, para hacer en una de ellas su edificio social y vender a muy buen precio el solar restante que se habría supervalorado con el edificio que iban a construir". Después cambió de idea y decidió hacer un anexo de oficinas, y de ello se lamentó siempre el arquitecto Español al perder la oportunidad de concebir el edificio conjuntamente y no mediante dos proyectos diferentes adosados.

Uno de los condicionantes del proyecto era la obligatoria inclusión del remate con la escultura que simboliza a la compañía, resuelto al tratar toda la torre como un inmenso pedestal, encontrándose los mayores aciertos en la solución técnica de las instalaciones y en la cuidada ejecución de unos detalles realizados con materiales de máxima calidad.

El edificio, al albergar la estatua en su parte superior recuerda a la imagen clásica de la columna corintia, tratando el edificio en si, como el fuste de la misma, el cual es tratado como un pedestal negro que gravitara alrededor de la imagen de la marca, creado una homogeneidad cromática del color negro en contraste con el dorado de la estatua.

Este rascacielos se convirtió desde su construcción en un hito en el paisaje de la Castellana.

La continuidad y el indiferenciado despiece de las fachadas, junto con su homogéneo revestimiento de piedra negra y pilares de Bronce tiene un marcado carácter clasista , como el del color oscuro del vidrio, dotan al edificio de un aspecto abstracto y sólido que contrasta con el dinamismo de su silueta, que para crear esta sensación tuvo que utilizar un juego de volúmenes de forma escalonada en planta y sección muy bien articulados, con una fuerza ascensional provocada por la fachada estriada en sus huecos, y por los macizos continuos y trabajados hacia fuera, como si fueran columnas.

Se situó perpendicular al Paseo de la Castellana para que pudiera verse desde lejos.

La estructura de esta construcción se sustenta gracias a la realización en primer lugar, y como muchos otros edificios de gran altura, de un núcleo central en donde se albergarán todo tipo de instalaciones y conductos, al cual se le rodea una estructura metálica.


Conclusión


Llegados a este punto, mi aportación es hacer visible la capacidad de Luis Gutiérrez Soto, de interpretar los mensajes que transmite Raymond Hood a través de sus obras, para, posteriormente incorporar esas ideas en sus propios edificios según sus necesidades.

Estas características las podríamos resumir en:

-Ciudad de Torres.

-Aspecto abstracto y sólido del edificio.

-Dinamismo en la silueta.

-Remate dorado del edificio Negro.