viernes, 30 de octubre de 2009

Escrito Teórico-Crítico A (Borrador)

LA ÚLTIMA SEDE: CASTELLANA 33. Al poco de cumplirse el centenario de la creación de “La Unión y el Fénix Español” la entidad decidió adaptarse a los nuevos tiempos dotándose de una nueva sede social.



Luis Gutiérrez Soto ganó en 1964 el concurso convocado por la Unión y el Fénix entre cinco arquitectos, que dio lugar a un polémico y tortuoso concurso que obligó al arquitecto a modificar sus propuestas sobre la marcha pero que dieron como resultado un edificio digno, en el que sobresalen los materiales de calidad y que en parte debía ser todo él un pedestal para la escultura simbólica de la entidad supone una adaptación a pequeña escala del rascacielos neoyorquino con su estructura de crujías superpuestas en forma telescópica. En 1965 se realizó el Proyecto y entre 1966 y 1971 se produjo la fase de Construcción, y ya por último y se trasladaron a ella las oficinas en 1972.

Luís Gutiérrez Soto nació en Madrid en 1890 y falleció en 1977.

Ha sido uno de los principales representantes de la arquitectura racionalista del siglo XX en España. Formaba parte de la denominada Generación del 25, arquitectos integrantes del Movimiento Moderno, con estilos diferentes pero con la misma voluntad.

Se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y al año de terminar la carrera trabaja en el estudio de Modesto López Otero y después, monta su propio estudio. Sus constantes viajes al extranjero le llevaron a conocer las primeras obras de Le Corbusier y de otros arquitectos de vanguardia, que causaron gran influencia: Otto Wagner, Albrich, J. Hoffman, Bruno Taut, Poelzig.

Practicó un estilo particular, no se vinculó a ninguna corriente de vanguardia y experimentó las novedades técnicas y el empleo de nuevos materiales. Evolucionó desde los presupuestos de la arquitectura tradicional hacia los nuevos postulados funcionalistas, racionalistas y expresionistas, propios de la arquitectura moderna y del GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), grupo al que siguió de cerca sin llegar a vincularse.

Esta construcción es posterior al ya mencionado viaje por América, tan decisivo para la recuperación de elementos modernos en la obra del arquitecto

Según Gutierrez Soto; "la propiedad se equivocó al plantear la división del extraordinario solar que había comprado en dos partes, para hacer en una de ellas su edificio social y vender a muy buen precio el solar restante que se habría supervalorado con el edificio que iban a construir". Después cambió de idea y decidió hacer un anexo de oficinas, y de ello se lamentó siempre el arquitecto Español al perder la oportunidad de concebir el edificio conjuntamente y no mediante dos proyectos diferentes adosados. Uno de los condicionantes del proyecto era la obligatoria inclusión del remate con la escultura que simboliza a la compañía, resuelto al tratar toda la torre como un inmenso pedestal, encontrándose los mayores aciertos en la solución técnica de las instalaciones y en la cuidada ejecución de unos detalles realizados con materiales de máxima calidad.



El edificio, al albergar la estatua en su parte superior recuerda a la imagen clásica de la columna corintia, tratando el edificio en si, como el fuste de la misma, esta característica también se la podríamos atribuir al edificio del estudio de Arquitectura McKim, W.R. Mead y S. White, "Manhattan Municipal Building" el cual es tratado como un pedestal escultórico.



La estructura de esta construcción se sustenta gracias a la realización en primer lugar, y como muchos otros edificios de gran altura, de un núcleo central en donde se albergarán todo tipo de instalaciones y conductos, al cual se le rodea una estructura metálica.




Pero el asunto que nos concierna a la hora de equipararlo con otro edificio de similares características, es el ya mencionado días anteriores, Rockefeller Center, un edificio, que a primera vista tiene muchos parentescos con el edificio de la Castellana, entre otras características, edificio escalonado, y la intención de esbeltez, intento que en el edificio de Gutiérrez Soto se queda en eso, un mero intento. Pero analizándolo mas a fondo, el asunto estructural y la elección de materiales es clave para diferenciarlos uno del otro, ya que al ser construídos en diferentes momentos con diferentes técnicas constructivas, el edificio de “La Unión y el Fénix” consigue mayores luces en fachada y una organización y distribución del espacio muy acorde a la última etapa de un arquitecto representante del Racionalismo Español.



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